jueves, 26 de febrero de 2009

Llueve Dios en Nuestras Vidas: Rios de Agua Viva que fluyan en nuestro Ser

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martes, 24 de febrero de 2009

LA UNCIÓN PROFÉTICA
...Así dice YHWH, el Santo de Israel y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir... Isaías 45.
La unción profética es un don de Dios que siempre ha sido parte de la relación entre el hombre que vive en la alabanza y su Creador. Cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas, como no nos va a hablar Dios. Dios siempre ha hablado a Su pueblo de muchas maneras. La norma es que el profeta de Dios profetice, pero la "excepción" es que aquellos que no son profetas lo hagan, como fue el caso de Saúl, como lo es la profecía de Joel 2:28 sobre los hijos.
Como veremos en Las Escrituras, profetizar tiene dos significados. El primero es hablar la Palabra de Dios ...Los profetas profetizaron hasta Juan, desde entonces el reino de los Cielos es anunciado... Mateo 11:13 y el segundo es hablar de los acontecimientos futuros que Dios anticipa para que Su pueblo se arrepienta o identifique Su voluntad. ...Así que hermanos, procurad profetizar... 1Coríntios 14:39.

la unción profética tras la alabanza
La unción profética es un don de Dios que Él da cuando estamos dispuestos a hacer Su voluntad, y por ello a escuchar Su voz, la cual nuestro espíritu oye del Espíritu Santo, y la revela a nuestra mente para que podamos discernir espiritualmente la respuesta y la conversación con Dios. Estas cosas a muchos les sonarán a ...locura, y no las pueden entender... como dice la Escritura en 1Coríntios 2:14,16 pero para los que tienen los sentidos acostumbrados al Espíritu por la gracia de Dios, nos confirman que ...tenemos la mente de Cristo...
Samuel, profeta de Dios, profetizó a Saúl sobre los acontecimientos que le sucederían antes de ser proclamado rey de Israel públicamente, de modo que Saúl identificara con claridad las maravillas que Dios hace cuando le amamos. El siguiente Texto Bíblico nos da las claves de la unción profética.
1SAMUEL: CAPÍTULO 10
1Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Yahweh por príncipe sobre su pueblo Israel? 2Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido a buscar se han hallado; tu padre ha dejado ya de inquietarse por las asnas, y está afligido por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo?
Lo primero que Dios hizo con Saúl fue ungirle a través del aceite, por mano de Samuel, como hace con todos nosotros, sus discípulos al bautizarnos con el Espíritu Santo. Luego le libró de la preocupación mas inmediata en su vida, aquí representada en la pérdida de las asnas de su padre, que al ser halladas liberarían su alma de aquella carga. Las asnas además representan las cargas del padre de Saúl, porque al ser animales de carga nos llevan a ver la carga de su dueño, aquí el Padre de Saúl, su tierra y su parentela, de lo que Dios también le tiene que librar. Esto mismo hace Dios con nosotros cuando nos dispone a servirle, nos libera de las cargas que haya en nuestras vidas y que sean impedimento para la obra a la que nos llama.
3Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero una vasija de vino; 4los cuales, luego que te hayan saludado, te darán dos panes, los que tomarás de mano de ellos.
A continuación se encontraría con tres hombres que van a Bet-El, "Casa de Dios", es decir que van a la presencia del Señor, con tres cabritos, tres tortas de pan y una vasija de vino. Estos tres hombres nos recuerdan a los tres varones que aparecieron a Abraham y que prefiguraban al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Los tres cabritos simbolizan el sacrificio de Cristo que abarca los tres efectos que consigue sobre nuestra alma, haciéndonos pueblo de Dios: El primero es La Pascua, la salida de la esclavitud al pecado, el segundo es la confirmación del Espíritu en la fiesta de Pentecostés y el tercero es la Expiación por el pecado que nos da entrada en Tabernáculos. Son las tres épocas de las Fiestas del Señor. Todo esto es lo que aceptamos una vez recibimos a Jesús como Salvador de nuestra alma.
Esas tres tortas de pan son el pan del conocimiento de Cristo en la experiencia de tres vidas de hombres de Dios que acostumbran a ir a la presencia del Señor y que tienen revelación e interpretación, de los cuales acepta Saúl dos panes, como debe hacer un buen discípulo, reconociendo a aquellos que Dios pone en su vida y que tienen Palabra de Dios.
La vasija de vino es el alma que lleva en si la sangre de Cristo como salvación de su alma, la fe en el sacrificio del Hijo de Dios, la cual predicamos a nuestro prójimo para su salvación y unidad con nosotros.
Todo esto es lo que compone la Santa Cena: El Sacrificio, el Pan y el Vino.
Los dos panes que se nos entregan simbolizan nuestro nuevo hombre en Cristo en nuestra alma y en nuestro espíritu, pero nos falta el nuevo cuerpo al que venimos a formar parte al entrar en el Cuerpo de Cristo; lo cual anunciaremos en la Santa Cena desde el momento en que comenzamos a participar de ella. Todo discípulo recibe dos panes, y el tercero que ha de llevar, es él mismo, una vez ha nacido de nuevo. A partir de este momento él pasará a formar parte de aquellos que llevan los tres cabritos, las tres tortas de pan y la vasija de vino a Bet-El. Así la reflexión es: ¿Estamos yendo a Bet-El regularmente. Estamos dando dos panes a otros?
5Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando. 6Entonces el Espíritu de Yahweh vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.
A estos tres hombres de Dios les precedía la alabanza y la adoración. Una compañía de profetas que alaban, cantan y danzan delante del Señor. Aquellos que vienen de la presencia de Dios, lo que es llamado el lugar alto. Salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando. Esta compañía de músicos cubrían todas los instrumentos de música posible: el salterio es la danza del cuerpo, alabar a Dios con el cuerpo; el pandero es la percusión, alabar a Dios con nuestros corazones, la flauta es la alabanza del viento, símbolo de alabar a Dios con nuestro espíritu, el arpa es la cuerda que al vibrar acalla el alma, y ellos profetizando con la voz, el cántico que aúna en un solo instrumento, la garganta, todos los sonidos, pues las cuerdas vocales se mueven por el viento y con la boca dominamos incluso la percusión, el instrumento perfecto, que habla con música es la alabanza de la mente de Cristo, y pronuncia el nombre de YHWH.
La alabanza y la adoración preceden a la unción profética. Esta unción profética del Espíritu de Yahweh le sobrevino estando con la compañía de profetas que alaban a Dios, la cual le absorbió y profetizó. Los discípulos de Cristo igualmente hemos de convertir la alabanza y adoración a Dios, y la oración en nuestras dos piernas espirituales, las cuales no nos dejarán tropezar y con ellas podremos participar del salterio del gozo del Espíritu Profético. El resultado de alabar y profetizar es que el Espíritu Santo nos muda en otro hombre, y de esto damos testimonio todos los que conocemos al Señor.
7Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo. 8Luego bajarás delante de mí a Gilgal; entonces descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer.
A partir de aquí, mis queridos hermanos, hay que ejercitarse en confiar en Dios porque debemos hacer lo que viniere a nuestra mano porque el Señor está con nosotros. Lo que hemos de hacer en cuanto a nuestras vidas tardará siete días en sernos mostrados, cuando seamos construidos en templos completos en Cristo, a través de los dones del Espíritu que nos sean otorgados, y a través de la virtud para nuestra edificación, pero lo que haremos espiritualmente vendrá solo y se pondrá delante de nuestras vidas, porque las hemos entregado al Señor, haremos los que nos viniere a la mano.

Dios nos habla PROFECÍA
Dios, el Dios eterno, que dio a Su Hijo Unigénito en sacrificio por amor a nosotros, pecadores y merecedores del infierno y la muerte eterna, ese Dios grande y majestuoso que cambiado nuestra condenación en bendición del Altísimo por la fe en Su Hijo amado Yahshua, Jesucristo, lleva hablando a Su pueblo desde que Adán comenzó a caminar sobre la tierra. Si estamos dispuestos a escucharle y buscarle, Dios nos habla en la oración, por sueños, en visiones, por señales, a través de personas, y como no en Su Palabra, etc. Sin duda alguna Dios es quien conoce la forma de hablar a cada persona, y esto lo pueden asegurar aquellos que llevan tiempo caminando de la mano del Señor. Como ejemplo podemos poner a personajes Bíblicos a los que habló Dios, como Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Gedeón, Samuel, David, todos los profetas, los apóstoles, Pablo, Ud. y yo, pues inscritos estamos en el Libro del la Vida del Señor, que nos ha comprado por precio, Su propia sangre.
Por tanto busquemos la voz de Dios en oración, con alabanza y adoración, con conocimiento de Su Palabra, por sueños, señales y prodigios, pero en todo esto esforcémonos con amor por nuestro Señor quien nos ama y habla.

Como saber qué es la voz de Dios
Para identificar la voz de Dios, un mensaje Suyo, un sueño que tengamos o que otros tengan, visiones o señales, etc... hemos de ser como aquellos que iban a Bet-El, o como los que volvían del lugar alto, gente de Dios acostumbrada a estar en Su presencia. La voz de Dios no se oye por técnica o por inteligencia, sino por pasar tiempo en intimidad con Dios, abriéndole el corazón y derramando nuestra alma ante Él, caminando junto a nuestro amado Señor Jesucristo.
Para iniciarse en el discernimiento espiritual de la voz de Dios, y siempre que tenemos cualquier duda, debemos comprobarlo con la Biblia. La Biblia es la guía de nuestra vida, y la Palabra o mente de Cristo que contiene, es la mayor de las profecías, y está a nuestro alcance. Es la guía para la iglesia y para otros que aún no conocen a Dios. Dios nos habla en la Biblia y todas las profecías que ha incluido en Ella, o bien se han cumplido o las pocas que quedan están por cumplirse. La voz de Dios nunca se contradice con Su Palabra; si el enemigo nos engaña por la mente, no será acorde con la Biblia, sino contrariamente, entonces hemos de rechazar el mensaje. Lo principal, y el hábito que hemos de aprender es orar al Señor para que nos de respuesta, pues Dios nos oye cuando oramos, nos oye si oramos en el nombre de Jesús, en el nombre de Yahshua.
...Te preguntaré y Tu me enseñarás... Job 42. Si estamos buscando respuestas que no están en el ámbito de lo espiritual, sino en el terreno de nuestra vida cotidiana y en nuestras circunstancias, entonces debemos orar para recibir sabiduría, sueño o señal, y debemos también, como no, aprender de la Biblia. Recordemos a Gedeón como hizo pacto con Dios para que Dios le respondiese sobre que hacer ante la batalla, o como olvidar al siervo de Abraham cuando pidió señal para encontrar esposa para Isaac, el hijo de su señor, una historia que simboliza nuestra labor de evangelización cuando buscamos almas para el Hijo de nuestro Señor. Pues si ellos hacían esto, nosotros también hemos de hacerlo y ser fieles a las respuestas de Dios, pues Dios está aquí y Cristo vive, por lo tanto el Espíritu Santo nos llevará a toda verdad en todo.
Si alguno duda, y piensa que puede oír la voz del Señor, pida sabiduría de Dios en oración, pero pida con fe, no dudando nada como dice Santiago 1:5 y 6.
...Pedid y se os dará, buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo 7:7.
...Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Marcos 11:24.
...Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho... Juan 15:7.
...Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido. Juan16:24.
...¿Cuanto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?. Lucas11:13.

Conclusión
En la oración y la alabanza de nuestro corazón se manifiesta el amor a Dios, se cultiva el amor a los hermanos y al prójimo. Con esta edificación del corazón que Dios asemeja al Suyo con el tiempo, nos hacemos uno con Él.
...El Señor es mi pastor, nada me faltará... Salmo 23. Si bien este versículo es aplicado normalmente a necesidades físicas, y algunas veces a las espirituales, también, y dentro de estas debemos aprender a confiar en nuestro Dios para recibir la unción profética, pues nada nos faltará y ...no menospreciéis las profecías... 1Tesalonicenses 5:20, porque ...Yo testifico a todo aquel que oye las profecías de este libro. Apocalipsis 22:18.
En 1Coríntios 14, Pablo enseña sobre los dones espirituales, una petición tras hablar del don más excelente, el amor, el cual es la base y fin de nuestra vida, el amor de Dios llamado también Caridad, y una vez recibido y emanado este amor en nuestra vida diaria, insta a la iglesia diciendo: "...sobre todo que profeticéis..." amén.


Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y llamárase su nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Profecía de Isaías 9:6.
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi. Palabras de Jesucristo. Evangelio de Juan 14:6.
Ud. quiere conocer a Dios, pero sabe que el camino no es por las religiones, ni por las sectas, ni por la sociedad. El mundo, sin Dios, ha fracasado. ...Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son... Juan 17:9. Oración de Jesús.
Si de verdad busca Ud. a Dios, comience hoy una nueva vida, de la verdadera mano de Dios. El Evangelio es el mensaje para todas las naciones, sin importar la raza, la procedencia ni la cultura. Dios es el Salvador de aquellas personas que le abren su corazón y se arrepienten de vivir sin El.